Texto para la exposición individual «Un espejo bajo el agua» en Galería alternativa O’carrol, Rancagua, Chile.
“UN ESPEJO BAJO EL AGUA”
Esta nueva conjunción de obras propuesta por Wladymir Bernechea invita a entrar en contacto con el agua desde una vereda inusual y opuesta a un origen comprometido con esa parte esencial de la vida que determina la existencia.
La orilla del lago es una línea que a los pies de una figura se despliega en un espejo; un estanque con los ojos abiertos al cielo se confunde con manto espeso que derrama su tinta por un par de agujeros; y en medio de un muro espectral donde transita la luz del pleno día, la lluvia es una sombra que parlotea con la noche.
Más allá de una restringida transparencia y reflejos, de la evidente opacidad y las sombras, es a partir de una manifiesta oscuridad que Bernechea instrumentaliza el lago, el estanque y la lluvia para convertir el agua en un aparato con que observar distintos escenarios conducentes al interior o exterior de la realidad de cada uno de estos tres personajes; las figuras permanecen suspendidas entre las aguas de la vida y la muerte, develando una dimensión intermedia que sobrepasa la cita y la metáfora, en la que subyace una tensión entre lo objetivo e inmaterial evidenciada en estos rostros negados y ausentes de humanidad.